Los niños aprenden lo que viven…
“Si los niños conviven con las críticas, aprenden a condenar.
Si los niños conviven con la hostilidad, aprenden a pelear.
Si los niños conviven con el miedo, aprenden a ser cobardes.
Si los niños conviven con la compasión, aprenden a compadecerse de sí mismos.
Si los niños conviven con el ridículo, aprenden a ser tímidos.
Si los niños conviven con los celos, aprenden lo que es la envidia.
Si los niños conviven con la vergüenza, aprenden a sentirse culpables.
Si los niños conviven con la tolerancia, aprenden a ser pacientes.
Si los niños conviven con el estímulo, aprenden a estar seguros de sí.
Si los niños conviven con el elogio, aprenden a apreciar.
Si los niños conviven con la aprobación, aprenden a gustarse a sí mismos.
Sí los niños conviven con la aceptación, aprenden a encontrar amor en el mundo.
Si los niños conviven con el reconocimiento, aprenden a tener un objetivo.
Si los niños conviven con la generosidad, aprenden a ser generosos.
Si los niños conviven con la sinceridad y el equilibrio, aprenden lo que son la verdad y la justicia.
Si los niños conviven con la seguridad, aprenden a tener fe en sí mismos y en quienes los rodean.
Si los niños conviven con la amistad, aprenden que el mundo es un bello lugar donde vivir.
Si los niños conviven con la serenidad, aprenden a tener paz mental.
¿Con qué están conviviendo tus hijos?”
Dorothy L. Nolte (Canfield J, Hansen V, 1993, p. 72)
Como consecuencia de la premisas del apartado anterior, para el Gimnasio El Portillo generar un ambiente de cercanía, cordialidad y confianza entre todos sus miembros, ha sido un ideal, desde su inicio. Para esto se ha apoyado en las estrategias de trato y orientación personal y seguimiento individual permanente. Estas estrategias buscan partir del conocimiento de la situación y condición particular de cada estudiante para que desde allí los docentes empiecen a acercarse al niño y le brinden la calidez y la atención suficientes para despertar en él receptividad, apertura y aceptación. Una vez que ese vínculo se ha generado, se mantiene una observación permanente de los procesos y una comunicación directa sobre los mismos. En la educación que se centra en el estudiante, las relaciones se preocupan por el bienestar, al tiempo que fomentan las expectativas positivas y la participación del alumnado. En palabras literales de González et.al (2010): “El aprendizaje se produce mejor en un entorno positivo; en el que se puedan establecer relaciones interpersonales positivas y se den unas condiciones de comodidad y orden; un contexto en el que el aprendiz se sienta apreciado, reconocido, respetado y validado” (p. 17).
La sociedad actual reclama y espera aportes muy significativos de los colegios a la vida de los niños, que superen y trasciendan lo académico, sin descuidarlo u obviarlo. La perspectiva apunta a una educación integral que desde ambientes sanos emocionalmente y desde interacciones sociales equitativas en el aula de clase y en el ambiente escolar, generen espacios de aprendizaje propicios, acorde con el desarrollo individual
Contamos con la acreditación en el cuarto nivel denominado: Reconocido por la excelencia. Cuatro estrellas. Este modelo tiene validez hasta el 2021.
En el presenta año logramos certificarnos en Cuarto nivel: Reconocido por la Excelencia 4 estrellas. (R4E ****), nivel tan solo alcanzado actualmente por 20 instituciones educativas de nuestro país.